Para comprender bien las siguientes palabras, hay que leer antes EL PODER DEL PENSAMIENTO I, sino, os perderéis un poquito.
Para ilustrar el efecto de una palabra, de una idea, tomemos como ejemplo la palabra crisis.
Todo el mundo habla de ella, se ha convertido en una palabra que a todos asusta y angustia; en algo así como ‘el que viene el coco’ de nuestra infancia.
Imaginaros el poder de esta palabra, utilizada diariamente por miles, por millones de personas en todo el planeta. Con miedo, con angustia, con ansiedad… cada vez que se pronuncia su poder aumenta y se intensifica más y más, y más aun…y, por supuesto, también al mismo tiempo, sus efectos negativos se duplican, se triplican, provocando más tensiones, más bloqueos, más frustraciones, rabias, indignaciones, tristezas, injusticias…
El truco consiste en transformar esa palabra negativa en un pensamiento positivo. Es decir, en QUITARLE PODER a la idea que representa, y para ello, hay que empezar por no pronunciarla. Pero, evidentemente, no es el caso de decirnos, ‘la crisis no existe’. De hecho, un pensamiento, una idea positiva jamás conlleva una negación. Además, decir esta frase u otra parecida, rayaría en lo absurdo y quimérico.
Para invertir, restar, disminuir, borrar el poder de esta horrible palabra, tenemos que utilizar otra palabra, o evocar otras ideas que transmuten los miedos y angustias. Es decir, visualizar situaciones positivas. Vernos a nosotros mismos, o al mundo entero, nadando en la abundancia, en paz, serenos, en armonía…
Claro, todo esto es muy fácil de decir y muy difícil de poner en práctica. Sobre todo porque requiere dos elementos imprescindibles: paciencia y perseverancia. Pero nadie ha dicho jamás que la vida sea fácil.
Si todos, si yo, si tu, empezáis, empezamos a esforzarnos de esta manera, si te ves a ti mismo en esta situación, poco a poco, generaras emociones de alegría, de paz, de abundancia, de tranquilidad, generaras vibraciones POSITIVAS. Por poner un símil, sería como si a un gran fuego, se le empezara a echar un poquito de agua… veras como poco a poco tu vida empieza a mejorar. Porque la gran verdad del universo es que si tu cambiar tu ACTITUD, también cambiaras tu VIDA.
Ahora imaginemos lo que podría producirse si esos miles de millones de personas, asustadas y preocupadas por esta palabra, empezaran todas a invertir el proceso, a visualizar y generar EMOCIONES POSITIVAS…
De hecho, esto es lo que parece que va a ocurrir. Todos hemos oído hablar de la famosa profecía de los mayas sobre el fin del mundo. El fin del mundo, como tal, no va a llegar – gracias a Dios – pero si vamos camino de un despertar emocional a nivel planetario, de un cambio de pensamientos, que apagaran, que cambiaran, que transmutaran la negatividad del mundo actual.
Por supuesto, este es un proceso lento, este será un proceso largo… ¿pero qué tal si tu, si yo, si nosotros, empezamos ya a poner nuestro pequeño granito de arena?? Los primeros beneficiados seremos nosotros mismos, al empezar a invertir, a transmutar los problemas que esa horrible palabra ha creado en nuestras vidas.
No minimicéis el poder del pensamiento. Todo aquello en que pensamos produce emociones. Las emociones producen vibraciones – positivas o negativas – esas emociones son lanzadas al universo… y el universo nos REENVÍA todo aquello que recibe. Y tu amigo, amiga, que estás leyendo esto: ¿Qué mensaje, que vibración estás TÚ emitiendo?
Esperando el momento de que todo esto llegue a su final, todos y cada uno de nosotros podemos desde ahora mismo YA, empezar a dar esos pequeños grandes cambios, para mejorar nuestras vidas… si de verdad, de verdad verdadera, así lo deseas.