Por tu suprema grandeza de poder busco refugio y protección ante ti para que en esta vida no vaya yo a caer en la esclavitud de la pobreza.
Líbrame de este mal pensamiento. Te pido el privilegio de tener trabajo productivo para apuntalar mis virtudes, lucir mis honores, y para imponer y que tomen en cuenta mis opiniones y saber; porque la experiencia humana nos enseña que el honor, la virtud y el saber, sin dinero tienen poco valor. Amén.