21 mayo – 21 junio
Signo de aire. Mutable. Masculino
Simbolismo: los Gemelos
Regente: Mercurio
Frase clave: YO PIENSO
Palabra clave: VERSATILIDAD
Con Géminis, el tercero en el orden zodiacal, la primavera ya se dirige hacia la estación estival y el aire del signo actúa como vehículo de los mensajes de la naturaleza: el vuelo de los pájaros y mariposas, el zumbido de los insectos, el polen de las flores.
Por consiguiente, es sobre todo un signo de comunicación: la movilidad de Géminis está precisamente relacionada con este incesante cruce de noticias, informaciones, experiencias, cada una de ellas valida e interesante, por lo que resulta difícil tomar partido y mantenerlo hasta el fin.
El signo de Géminis evoca la frescura, el espíritu alegre y despreocupado de la juventud. La infatigable curiosidad que mueve al nativo lo mantiene eternamente joven, constantemente al día, preparado para captar cualquier señal de novedad que se avecine. Deseoso de conocer cuanto más mejor, y de vivir las experiencias más dispares, de espíritu alegre y sociable, se desenvuelve con habilidad ante cualquier persona y en cualquier ambiente. Dotado de una mente rápida y ágil, capta inmediatamente los aspectos esenciales de cada situación, a la que se adapta con la máxima facilidad. Resuelve con rapidez los problemas sin importancia y se encuentra cómodo cuando ha de administrar pequeños negocios u organizar contactos y relaciones.
La naturaleza de Géminis es fundamentalmente cerebral: la mente, el centro de su personalidad, es el filtro de todo estimulo o acontecimiento externo, e incluso de sus mismas emociones. Si bien es un conversador brillante y un amenizador divertido, se advierte en el cierto alejamiento intimo, una voluntad de mantenerse desvinculado de todo compromiso emotivo real.
Es dado a racionalizar incluso el sentimiento, y se abandona gustosamente a largas charlas más que a impulsos apasionados. Intelectualmente es despierto y rápido, original y versátil, posee una aguda perspicacia y sentido crítico, así como dotes literarias, pero peca de superficialidad, debido tanto a lo voluble de sus gustos y su carácter como al hecho de ser reacio a asumir compromisos concretos que podrían limitar su libertad de experimentar nuevas vivencias. Su cultura es a menudo amplia, pero superficial, debido a su aversión a lo que es ‘fijo’, a llevar a cabo iniciativas o proyectos.
Al faltarle constancia y cansarse en seguida, frecuentemente cambia de idea atraído por estímulos nuevos que mantienen alejado el fantasma del aburrimiento. El dualismo del signo se manifiesta en dos tipologías de carácter, uno más instintivo en la respuesta a los estímulos de la vida, que se corresponde más fielmente a este retrato, y el otro más intelectual en la valoración, si bien ha interiorizado la inquietud mercurial. Es frecuente que en el nativo se dé una mezcla de ambas ‘almas’ del signo.
Además de la inconstancia, el defecto más evidente de este singo es la escasa atención dedicada a las cuestiones morales y espirituales, lo que puede poner en evidencia los aspectos negativos de la naturaleza de Géminis: desfachatez, falta de honestidad, ambigüedad, transformismo, inspira poca confianza, especialmente en el terreno afectivo y económico, indecisión, es susceptible de ser influido, a la vez que posee una insuficiente fuerza interior.
Con el fin de explotar sus óptimas dotes intelectuales, el nativo debería fortalecer la voluntad y ejercitar la tenacidad, proponiéndose objetivos precisos y evitando que episodios causales lo distraigan. Del mismo modo, debería moderar su sentido crítico y dejar hablar más al corazón, aprender a callar y a escuchar al prójimo manteniendo la boca cerrada. El destino es a menudo inestable, con frecuencia doble: dos trabajos, dos vínculos sentimentales, etc., distinguen la existencia contemporáneamente o caracterizan dos fases distintas de la vida.
En el amor, el nativo de Géminis también suele ser imprevisible y cambiante: lo que desea un día le desinteresa al día siguiente. Tal como lo indica su signo dual, a Géminis le gusta ser el protagonista y el espectador.
Su gran fantasía unida a su curiosidad natural le confieren un atractivo especial y su necesidad de independencia genera un aura de misterio que suele ser irresistible.
En el amor, como en todos los aspectos de su vida, al Géminis le gustan las cosas rápidas. Poco dado a sentimentalismos excesivos, sobrevolará las relaciones sin profundizar demasiado en ninguna de ellas. Le gusta coquetear, llamar la atención, por lo que no dudará en aceptar cualquier oportunidad que surja sin medir las consecuencias y sin detenerse a pensar si esta realmente enamorado.
Géminis es un maestro en la conversación y ello unido a una fértil imaginación, hacen de estas dos cualidades un arma prácticamente infalible a la que pocos amantes pueden resistir. La superficialidad con que encara sus relaciones puede hacer que estas se conviertan en un mero juego en el que siempre quiere ser ganador sin importarle el daño que con esto pueda causar. Su imaginación le dictara palabras y promesas no siempre verdaderas con tal de llegar a sus fines; pero el mismo puede caer en la trampa al creerse sus propias palabras. No es que mienta, es que es la verdad en ‘esos’ momentos.
Aquellos que se acercan a un Géminis con sentimientos amorosos, suelen quedarse desconcertados por sus cambios extremos; así, a una noche de amor, puede responder al día siguiente con una sensación de frialdad. En el fondo, aunque empeñe en mostrar lo contrario, Géminis sueña con el gran amor, perfecto y duradero. De ahí, su constante huida, su probar y buscar más allá. Pero también su temor intrínseco a perder su libertad, le impide concretarlo. Su miedo al compromiso le hace ser reservado con respecto a manifestar sus sentimientos.
Anatómicamente, el signo de Géminis está relacionado con el aparato respiratorio – bronquios y pulmones – con los hombros, los brazos y las manos. El sistema nervioso, con frecuencia, es frágil.
Rasgos Positivos
Dual
Sociable
Adaptable
Expresivo
Agudo
Literario
Inventivo
Inteligente
Rasgos Negativos
Cambiante
Desagradecido
Atolondrado
Inquieto
Intrigante
Distraído
Inconstante
Charlatán