Materiales Necesarios:
- Velas blancas (para purificación)
- Sal gruesa (para limpieza y protección)
- Incienso de lavanda o sándalo (para armonización del ambiente)
- Un cuenco de agua (simboliza limpieza emocional)
- Cristales como amatista o cuarzo claro (para claridad mental y espiritual)
- Papel y lápiz (para escribir intenciones)
- Una ramita de romero o laurel (para protección y prosperidad)
Procedimiento:
- Preparación del Espacio: Comienza limpiando físicamente el área donde realizarás el ritual. Luego, coloca la sal gruesa en las esquinas de la habitación para formar un círculo protector.
- Encendido de Velas e Incienso: Enciende las velas blancas y el incienso, pidiendo purificación y armonía para el espacio y para ti.
- Limpieza con Agua: Sumerge tus manos en el cuenco de agua, visualizando cómo todas las energías negativas se disuelven y se van con el agua.
- Meditación con Cristales: Toma los cristales en tus manos y medita sobre tus deseos y objetivos para el año nuevo. Visualiza cómo estos cristales absorben tus intenciones y las amplifican.
- Escritura de Intenciones: Escribe en el papel tus intenciones y deseos para el año nuevo. Una vez escritos, quema el papel con la llama de una vela, simbolizando la liberación de tus deseos al universo.
- Cierre del Ritual: Finaliza el ritual tomando la ramita de romero o laurel, pasándola por el humo del incienso y luego por encima de tu cabeza, pidiendo protección y prosperidad. Conserva esta ramita en un lugar seguro durante todo el año.
- Agradecimiento: Agradece al universo, a los elementos y a cualquier guía espiritual por su asistencia en este ritual.
Este ritual te ayudará a cerrar ciclos y prepararte para recibir el año nuevo con energías renovadas, claridad mental y emocional, y con tus intenciones puestas para un año de crecimiento y prosperidad.