4 velones tumba trabajos negros (mejor si son velones de 7 mechas)
1 papel pergamino
Semillas de mostaza
Pimienta de guinea
1 aceite quita maldición
Polvo arrasa con todo
4 cintas negras
Incienso (siempre es mejor el incienso quemado en carbones)
Quemar un incienso en la habitación donde se vaya a proceder a hacer el ritual. (Atención: nunca en nuestro dormitorio)
Escribir en los velones con un palillo el nombre de la persona a la que se quiere librar del mal. También podemos hacer este ritual para nosotros mismos.
Una vez hecho esto, se toman los velones y se untan con el aceite quita maldición, de arriba abajo. Seguidamente poner en cada velón unos granos de mostaza y de pimienta de guinea (previamente picadas y mezcladas con los polvos), e ir impregnando con esta mezcla todos los velones.
Coja el pergamino y córtelo en 4 pedazos (sin utilizar las tijeras) y escriba en el con lápiz, su deseo (es decir, que esa persona deje tranquilo a… que las malas energías de…. desaparezcan, etc.) puede ser el mismo en cada pergamino o diferente.
Una vez hecho esto, se junta cada pergamino con uno de los velones, y se atan con la cinta negra, realizando 7 nudos y volviendo a pedir los deseos en voz alta.
Encender los velones (siempre con cerillas de madera y por supuesto en un lugar protegido y sin corrientes de aire).
Una vez terminado todo de quemar, envolver los restos en algo oscuro (puede servir una bolsa) y tirarlos a un contenedor en un sitio bien alejado de nuestra casa y por donde no vayamos a pasar al menos durante un mes.
Si después de este ritual, la persona hace baños de limpieza, el mal, la negatividad, la mala suerte no tardaran en abandonarle totalmente y por lo tanto, la persona afectada verá de nuevo como su vida transcurre normalmente.