Más allá del uso como lectura de los arcanos en las tiradas habituales, este oráculo sagrado también nos sirve y nos da una de las claves para ayudarnos en la vida.
Creo que casi todos tenemos muy claro que nada en la vida es debido a la casualidad. Y eso incluye nuestro nacimiento. Es decir, la fecha de nuestro nacimiento. Y en este sentido los arcanos del tarot – los arcanos mayores evidentemente – nos dan una pista, una clave, un camino a seguir, que puede sernos de una gran utilidad.
Para ello debemos sumar nuestra fecha de nacimiento.
Por ejemplo para una persona nacida el 2 de octubre de 1986 seria: 2 +1+0+1+9+8+6: 27
Como los arcanos solo llegan al 21 hay que reducir
2 +7:9
En este caso tu arcano personal seria pues el número 9. El ERMITAÑO.
Cada persona debe reflexionar seriamente sobre el arcano de su destino. Porque aunque sea el mismo arcano para muchas personas, claro está, para cada uno habrá un matiz particular sobre el que apoyarse. O al que evitar.
Así por ejemplo, aquellos que su arcano sea el ERMITAÑO es indicativo de que su camino debe de hacerse con la máxima prudencia y reflexión. Huyendo de las decisiones precipitadas.
Si el arcano que corresponde fuera por ejemplo el CARRO, – el arcano 7 – es indicativo que el camino al éxito, hacia la evolución deberá de hacerse a través de las elecciones precisas y meditadas, porque es uno mismo-a quien maneja las riendas del carro de la vida.
Si el arcano personal, por ejemplo, fuera la FUERZA, ello sería indicativo que el éxito vendría a través de una conducta, de una actitud valerosa pero al mismo tiempo inteligente.
Si el arcano personal fuera, por ejemplo, la LUNA, esa persona deberá prestar una especial atención a huir de todo aquello que suene a mentira, a confusión, para acentuar su lado más intuitivo.
Si el arcano personal fuera por ejemplo la TORRE, el mensaje principal es que deberá guardarse muy mucho de todo aquello que resuene a ambición desmesurada, sea esta en el ámbito que sea.
Así pues, y dejando de lado todo lo que tenga que ver con ‘adivinación’ una vez más se demuestra la inmensa sabiduría de este sagrado oráculo que guía, que aconseja, que indica, que advierte, pero que jamás, jamás, sentencia…